Como dijo Cervantes, en boca del escudero Sancho Panza, “donde hay música no puede haber cosa mala”. Esto fue nuestro lema para afrontar un concierto tan distinto para todos. Un espectáculo musical creado en menos de 24 horas, llevando el lastre de tres meses sin actividad conjunta y sin saber en qué condiciones podría afrontarse.
Sin embargo, la BAME, junto al Coro Diego de Salazar y Águeda Sánchez (Violín), supieron hacer del concierto, un acto de esperanza, ilusión y evasión sobre la “nueva normalidad” que rodea nuestro actual día a día.
Como director de la BAME y del Coro Diego de Salazarsólo me queda agradecer y sentirme orgulloso de esas más de 90 personas que son las causantes de hacer felices a tantas personas del pueblo. Porque una cosa es hacer música y, otra, tener el reconocimiento de ser los motores musicales en el pueblo.
Desgraciadamente, esto nunca ha sido igual. La BAME ha vivido años muy duros, donde el esfuerzo que conlleva hacer un concierto no era correspondido, donde el apoyo externo era casi inexistente y no se quería ver la buena música que se estaba gestando en Estepa. Aspectos que cuestan olvidar cuando, aún, existen (aunque pocas) personas que dudan de nuestra honestidad, esfuerzo, compromiso y sacrificio. Porque desde la primera corneta, hasta llegar a la última flauta sólo se respira aires de grupo, solidaridad, repudiando el egoísmo y el individualismo. Eso es lo que nos hace crecer, concierto tras concierto, procesión tras procesión.
El pasado jueves, día 6 de agosto, disfrutamos de cada nota, de cada silencio, de cada mirada cómplice… - incluso del viento- que nos demostraba lo mucho que queremos a la BAME y lo mucho que la habíamos echado de menos durante el confinamiento. Porque no queremos un pueblo sin su banda, la BAME no es una simple abreviatura, son los corazones de más de 70 personas que se sacrifican por el pueblo, que acuden a cada ensayo con el único “beneficio” de ver la felicidad en los rostros de las personas que acuden a nuestras actividades. Porque sí, nos llena de satisfacción cuando, al termino del concierto,nos regalan frases como: “gracias por lo que hacéis”, “gracias por hacernos felices” … a lo que yo añado: “gracias por hacer que la música esté más viva que nunca en Estepa” … y esto se escuchó el pasado jueves.
Este concierto ha marcado un antes y un después en la vida de la BAME. Una institución que lleva más de 30 años reinventándose y luchando por la cultura de Estepa. El pueblo de Estepa se siente orgulloso de su banda, aun sabiendo que esta miel no está hecha para todos los paladares y seguiremos luchando por muchos conciertos como éste. Como digo, gracias a ustedes, “LA MÚSICA ESTÁ MÁS VIVA QUE NUNCA EN ESTEPA”.
Escrito por Juan Antonio Carmona, Director Musical de la BAME.
